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viernes, 18 de enero de 2008

Una de mis actividades favoritas es ver televisión con mi hermano menor, el pequeño científico hippie como le llamo, tiene muchas virtudes, pero también un gran defecto: es adicto a las caricaturas y los videojuegos.

Yo admito que no soy la persona más habilidosa para los videojuegos por lo que no podemos compartir mucho al respecto, pero en lo que respecta a caricaturas tenemos un pequeño mundo en común. Y digo pequeño porque las caricaturas que ahora trasmiten no son las mismas con las que yo crecí y por las que perdí interés una vez superada mi infancia. Sin embargo mi inquietud por comprender lo que a él le gusta y el porque le gusta me ha empujado a conocer sobre las caricaturas que ve en la televisión.

Me alegra mucho que mi hermanito ya no tenga 3 o 5 años, porque eso me obligaba a tener que ver programas como Barney, Las Pistas de Blue o Dora La Exploradora. Actualmente con casi nueve años, las cosas han mejorado y aunque no todas las caricaturas me gustan, hay tres honrosas excepciones: Pucca, Skimo (ya sé que no es caricatura pero lo pasan en un canal para niños) y La Mansión Foster Para Amigos Imaginarios.

Esta última me llamó la atención por el diseño y la animación, pero mi hermanito que es muy paciente me dio un pequeño resumen de la historia y sus personajes. En sus palabras La Mansión Foster es la historia de una gran residencia donde los niños al crecer abandonan a sus amigos imaginarios. Sin embargo en la Mansión también se dan en adopción a estos amigos imaginarios abandonados, por lo que el personaje principal, un niño llamado Mac, tiene miedo que den en adopción a su amigo Bloo que es una especie de fantasma azul y de ahí se desprende capítulos que narran la relación de Mac para continuar con su amigo pero a la vez no quedarse en esa etapa de su infancia.

La Mansión Foster no es una caricatura como la que acostumbran los de mi generación, sino mas bien una caricatura un tanto inocente, que toca temas tontos, sin embargo creo que la cuestión va más allá de ello, porque no siempre se necesitan caricaturas como Los Simpson, Family Guy, American Dad, South Park o La Casa de Los Dibujos. No estoy diciendo con esto que no me diviertan, porque es todo lo contrario, pero en ocasiones una necesita un respiro, cambiar el canal, ver cosas sin tanto sarcasmo, violencia, lenguaje soez, critica social o política. En ocasiones la vida también es darse la oportunidad de sentarse por la tarde y ver una caricatura banal junto a la persona favorita. En lo particular mi hermanito es mi persona favorita, estar con él es pura luz, tranquilidad y tiempo sin preocupaciones.




2 comentarios:

diamandina dijo...

Dicen que a nuestra generación no le gustan las caricaturas de ahora porque nos educamos con unas de menos colores y muchos menos movimientos, así que las de ahora, que son todas prisas, colores brillantes y gritos, nos apendejan y ya no sabemos ni qué pensar de ellas, eso cuando no damos el viejazo de decir "ya no esh, como antesh". La Mansión Foster es una genialidad. El amigo imaginario grandote que es todo amable es la neta. Yo lo quiero adoptar. También a tu hermanito, si se pudiese, pero creo que eso no está a discusión.

isis dijo...

Ah, ya había visto esa caricatura una de tantas veces que cambiaba de canal, pero nunca con atención. Ese fragmento de youtube me gustó. A ver si ya me pongo las pilas, para no quedarme en el viejazo que menciona la G.

 
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