Que fui a una fiesta de un niño y estábamos platicando que la moda es que un chingo de niñas se llamen Camila, Ximena, Mia, Julieta. Y que para niños ahorita viene mucho o demasiado el Emiliano, Fabrizio y Diego. Entonces pregunto a los tres padres y madres de los siguientes chiquillos sus respectivos nombres y me salen con que:
Ian
Eliám
Damián
¡Si, me refiero a ti, Trencitas Rubias!!
(Bueno, ya deténgame porque ahora sólo es presión en Internet, luego iré a golpearles a sus respectivas puertas con una gallina muerta para que posteen)
r/o/t/o/s.
No. Pero recuerdo cuando Pablo, el amigo de mi hermano, se quedó a dormir en la casa. Al día siguiente les comenté que había tenido un sueño muy loco donde se me venían a la mente los elementos químicos, dictados por un científico que se apellidaba Mendeliev. Pero entonces Pablo abrió una enciclopedia y se dio cuenta de que efectivamente, mi subconsciente estaba en lo cierto. (LINK) por lo cual le dio miedo, abrió los ojos más que de costumbre y dijo que órale qué pacheco. Y si así se quedó él, yo más, porque en esos días de prepa yo ni estudiaba "de bien a bien", "de pe a pa". Ni Química, ni Historia. Entonces hoy en día, por ejemplo, me gusta abrir los libros o las enciclopedias o las revistas (la de Contenido, ai verás) y nomás llenarme de datos la cabeza. No funciona tanto como cuando estaba en la prepa, porque supongo que me distraigo más. Y me distraigo más porque me concentro menos. Y me concentro menos por culpa de La Máquina. Entonces, hablando de sueños rotos, como ya no ser una adolescente (que no es tan malo, ¿pero podemos fingir un momento?) supongo que todo aquello que se suele llamar responsabilidad, y que crece junto con uno, viene a partirle la madre a la creatividad. No lo digo yo, lo reclama Mendeliev. ¿Por qué ya no se me aparecen los datos frescos -ni tanto- que leo, mientras duermo? ¿Por qué ya no me sirve la cabeza para soñar-estudiando? Aún con toda esta opinión reaccionaria-nada científica depositada aquí en el winiberto, y aún con que creo en la mitad de las cosas que digo, quisiera alzar una petición a los dioses de la perseverancia para que toda la "información" que buscamos, que nos metemos o que excretamos, no se quede allí, en calidad de vegetal. O no nos convierta a nosotras en unos vegetales. Porque a veces no sé si reír o reír (y es que llorar no mamen) con tanto "ni merga" y genéricos en el youtube y en la vida. Y aparte de preguntarme (sin respuesta) si eso nos va convertir en un mono, a veces le pido a la vida que me ilumine y (aquí viene Carlos Cuauhtémoc Sánchez) me permita superarme. Con todo el exceso que ya no puedo (sí puedo) evitar.
- Llegas a una fiesta de alumnos de antropología y todos están más borrachos que tú
- En vez de empezar a acumular latas de alcohol te preocupas porque sólo llevas una botella de agua y no hay tiendas Oxxo a cien millas a la redonda (bueno no se si sea cien…de hecho ni sé a que equivalen las millas, pero suena a mucha distancia y ese es el punto)
- Ves con cara de mamá molesta a los que están fumando yerba en lo oscurito
- No aceptas el “toque” porque no conoces a quien te lo ofrece
- Cuando decides aceptar recuerdas que tienes que manejar
- En vez de bailar prefieres sentarte para comentar las canciones, especialmente aquellas que bailabas en las fiestecitas de la primaria y ahora parecen tan retro tipo Jump Around
- Ya no te divierten las payasadas del clásico borracho que tiene complejo de estrella
- No quieres bailar toda la noche y cuando por fin te decides, cambian drásticamente a regueeton y el cuerpo ya no responde a dicho ritmo
- Miras a tu alrededor y te preguntas el porque no hay personas de tu edad
- Preguntas a más de uno donde esta la persona que vigila el lugar para que saque al borracho porque este acaba de vomitarse
- Saludas a muchas personas….pero no tienes idea de quienes son o donde los has visto
- Te mueres de frío y maldices no haber llevado un sweater, aunque los demás estén en traje de baño
- Acabas platicando en la puerta con un amigo sobre la vida laboral y las relaciones de pareja
- Te fastidias de la plática, aceptas que tienes sed y caminas cien millas para conseguir una botella de agua y cigarros.
